8 oct 2017

Punta Costa Cabirolera

Aún no recuerdo como fue, pero nos reunimos Emma, Lidia, Francesc, Gigi y yo para subir a la Punta Costa Cabirolera, que con sus 2604 metros es el techo de la provincia de Barcelona. La excursión es muy guapa, con vistas constantes de la cara norte del Pedraforca y, una vez en la cumbre, buenas vistas de la Cerdanya y la cara norte del Cadí. Además, en la parte alta del recorrido vimos grandes rebaños de isards. Yo nunca había visto tantísimos!

De las chicas sí que hay foto. Del Francesc, solo una y de lejos, y es que no para quieto. Mientras comíamos unas avellanas en la cima, él se fue corriendo por la cresta un rato.

Últimamente, he podido comprobar que tendremos que volver a la zona, ya que aunque el Costa Cabirolera es el techo de Barcelona, al lado al Este tiene el Comabona, y muy cerquita por el Oeste tiene otras cimas que la FEEC tiene catalogadas en su lista de 100 cims, pero ya hablaré de esta lista en otra entrada.

6 ago 2017

Soria

Hacia tiempo que oíamos hablar de Soria, una provincia con bonitos parajes y pueblos, pero poco conocida. Igual que pasa con Teruel, en las noticias nunca se habla de esta provincia de la región de Castilla y León. Después de hacer el Camino de Santiago Primitivo en bici, en el autobús de vuelta a Barcelona decidimos coger los trastos, la Gespeta, y poner rumbo a Soria, ya que nos quedaban unos cuantos días de vacaciones.

De camino aprovechamos para visitar la zona de escalada de Calcena, en la provincia de Zaragoza. Aquí, entre escalada y escalada, ya empezamos a desenfundar los prismáticos para mirar algunos buitres. Se trata de una escuela que permite escalar por la mañana en alguna zona y por la tarde en otras, aunque obviamente es mejor visitarla en otras épocas del año. A nosotros nos gustó mucho el entorno, y esperamos volver.

De Calcena pusimos rumbo a Soria. La provincia no es muy grande, y algunos de los sitios los visitamos más de una vez. Por ejemplo estuvimos dos veces en la capital que, aunque pequeña, tiene muchas cosas que visitar. A mí me impactaron dos cosas.

Por una parte, no tenía ni idea que Antonio Machado, natural de Sevilla, había vivido en Soria desde los 33, y se casó con una jovencísima soriana de 15 años, Leonor, que solo tres años más tarde murió de enfermedad. Años más tarde, aunque él ya se había trasladado a Baeza, el ayuntamiento de Soria le nombró hijo adoptivo. En la ceremonia, Machado dijo:
Nada me debe Soria, creo yo, y si algo me debiera sería muy poco en proporción a lo que yo le debo: el haber aprendido en ella a sentir a Castilla, que es la manera más directa de sentir a España. El hijo adoptivo de vuestra ciudad, ya hace muchos años que ha adoptado a Soria como patria ideal.

Por otra, fuimos a visitar la ermita de San Saturio, que está a las afueras de la ciudad, junto al río Duero. San Saturio es el patrón de la ciudad. En la ermita vi anunciado un libro llamado El Santero de San Saturio, de un tal Juan Antonio Gaya Nuño. Lo busqué por internet, lo encontré, y me lo leí durante los días que estuvimos dando vueltas por Soria. Fue fantástico, ya que el libro, a través del ermitaño que cuida la ermita y al santo, por eso se llama santero, repasa toda la sociedad soriana de la época, 1951. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero es muy interesante ver como la esencia de esa tierra y sus pobladores, sigue intacta.

Cerca de la capital, encontramos las ruinas celtíberas de Numancia. Numancia es famosa porque los numantinos, tras trece meses de asedio por parte de los romanos, en el año 133 a. C. decidieron suicidarse antes que rendirse.

Soria tiene muchos pueblos preciosos. El más turístico es sin duda Medinaceli, pero hay otros como Burgo de Osma, Vinuesa, Ágreda, Rello, Berlanga de Duero... con imponentes castillos y bonitos conjuntos históricos. Y entre pueblo y pueblo encontraremos muchos campos de girasoles, y bosques increíbles, muy frondosos. Una noche cuando de día habíamos estado a unos 30 grados, estuvimos a 3 grados durmiendo dentro de un bosque.

En cuanto a nuestra actividad deportiva se refiere, estuvimos haciendo algo de escalada deportiva en la zona de Covaleda, en la escuela denominada Las Pocilgas. Aquí estuvimos más de una vez porque se trata de un frondoso bosque, se puede escalar a la sombra aunque fuera la temperatura sea elevada, y está cerca del Embalse de la Cuerda del Pozo, que es perfecto para bañarse y además hay zona para pernoctar gratuita.

Otra actividad bien chula fue el recorrido por el Cañón del Rio Lobos. Este parque natural es bastante famoso, pero la mayoría de la gente solamente se acerca hasta la ermita de San Bartolomé. Nosotros hicimos todos los tramos del cañón, que se extiende por varios kilómetros. Imprescindible llevar prismáticos, ya que hay tramos con muchos buitres que se pueden observar desde bien cerca.

Pero las excursiones no acaban aquí, no. Una de las cosas que nos gusta hacer siempre es subir al punto más alto de cada provincia. Cual fue nuestra sorpresa cuando miramos cual era el pico más alto de Soria, y vimos que ya lo habíamos subido. Correcto, el Moncayo, con sus 2315 metros, es el punto más alto de la provincia de Zaragoza, y también de Soria!

Ante esto, miramos qué otras montañas existen en Soria, y aquí me trasladé a mis años de EGB, cuando en la asignatura de Geografía se estudiaban los Picos de Urbión y el nacimiento del río Duero. Dicho y hecho, un día, que además coincidió con la noche de la lluvia de estrellas, nos fuimos hacia Duruelo de la Sierra, y al día siguiente subimos al pico Urbión, de 2228 metros.

Lo más alucinante es que el camino de subida pasa por el nacimiento del Duero, a nada menos que 2160 metros de altitud, o sea solo 60 metros verticales de la cumbre! Y también curioso es que en ese momento, nada nos hacía pensar que un verano después estaríamos haciendo el Camino de Santiago Portugués, y veríamos el Duero desembocando en el Atlántico en Porto.

La última excursión digna de nombrar fue a la Laguna Negra, también dentro del parque natural de los Picos de Urbión. En las paredes que rodean la laguna hay vías de escalada clásica, y el entorno es bien guapo, pero en agosto hace demasiado calor, no vimos a nadie trepando, y además nosotros solo llevábamos los trastos de deportiva.

Por último, no puedo acabar esta entrada sin mencionar los tremendísimos torreznos que de vez en cuando nos comíamos. El torrezno es muy típico de Soria, e incluso hacen un concurso cada año para ver quien hace el mejor torrezno de la provincia. De pura casualidad, nosotros paramos en un bar de carretera, el Hostal Venta Nueva de Calatañazor, y resultó que habían sido finalistas del certamen de ese año. Desde luego, los torreznos estaban de miedo, y mira que a mí los chicharrones, callos y demás no me atraen para nada.

Al final nos fuimos de Soria con un muy buen sabor de boca, no solo por los torreznos, y preparando las fotos para el blog me he dado cuenta que me quedo con muy buenos recuerdos de esta maravillosa tierra.











































21 jul 2017

Camino de Santiago Primitivo en bici

Cuando volví de hacer el Camino del Norte en bici, Gigi me preguntó si ella sería capaz de hacer alguno de esos caminos de los que tanto habla la gente. "¡Por supuesto!", le dije yo.

Estuvimos mirando opciones, y nos pareció que el Camino Primitivo sería la mejor. Por una parte es considerado como de los más duros, junto al Camino del Norte, sin embargo son "solo" 320 kilómetros, de manera que teniendo todo un mes para hacerlo, incluso caminando lo podríamos acabar.

Nuestra preparación fue bastante mínima en cuanto a salir en bici, pero sí que hicimos algunas salidas a caminar. En particular, hicimos una salida de características similares al día más duro en cuanto a kilómetros y desnivel que tendríamos que hacer, y el test lo pasamos con éxito.

De hecho yo opino que la mejor preparación para el camino radica en llevar el menor peso posible, y ese es un tema que tenemos bastante controlado. Creo recordar que, sin contar la bici, llevábamos unos 6 kilos de equipaje.

Aquí tampoco explicaré gran cosa, ya que el camino lo vive cada uno a su manera. Lo que sí que diré es que la primera parte, hasta Lugo, es bellísimo, y también duro. Luego la cosa suaviza bastante, y cuando conecta con el Camino Francés pues se convierte en un paseillo. Cuando llegó el momento clave de este camino, aunque el día despertó con bastante niebla, seguimos la ruta de los Hospitales, y acertamos de pleno, ya que una vez arriba tuvimos algunos claros y la experiencia fue tremenda.

En esta entrada del blog incluyo las fotos que fuimos colgando en instagram, y algunas más que nos traen bonitos recuerdos.

Cuando llegamos a Melide, Gigi no quería que se acabara, y lo que podíamos haber hecho en un día y medio, lo hicimos en tres. Además, al final, estuvimos un par de días en Santiago, saboreando la sensación de haber hecho un esfuerzo especial, y disfrutando del ambiente de esa ciudad tan excepcional. Y como nos sucede a menudo, cuando estás acabando una aventurilla, empiezas a pensar en la siguiente. Hablando con Isaac, el mejor hospitalero de esta galaxia y furgonetero como nosotros, nos dió una idea para planificar un potencial futuro camino. Con esa idea, y que Gigi se había quedado con ganas de más, no era extraño pensar que haríamos otro camino en algún momento. ¡Y es que esto engancha!